El día uno de mayo del año 1222, a los pocos años de conquistar Alfonso VIII la ciudad de Alcaraz, «el pastor de la aldea de Solanilla, Francisco Álvarez, contempla en una enorme encina una imagen preciosa de la Virgen con su niño en brazos».
Es el relato de inicio de la devoción popular a la Virgen de Cortes.

VIII CENTENARIO

Con este motivo, S.S. el Papa Francisco, a petición de nuestro obispo, D. Ángel, ha concedido a la diócesis de Albacete un AÑO JUBILAR.

Un año Jubilar es un tiempo de renovación de la vida cristiana, en este caso, sintiendo la cercanía de la Madre de Jesús, la Virgen de Cortes.

Lo haremos con tres miradas:

Mirada de pasado: Historia de la devoción mariana en torno a Cortes.

Mirada al presente: Hoy de la iglesia y sociedad.

Mirada de futuro: Futuro de la evangelización, y futuro de la devoción de la Virgen.

VIII CENTENARIO

La ciudad de Alcaraz siempre ha mirado a su Santuario y a su Virgen de Cortes. Sus historias se entrecruzan. No se entiende una historia sin la otra. Ambas historias son ocho veces centenarias.

El VIII Centenario quiere ser un elemento que contribuya a dinamizar la vida social y económica de Alcaraz y sus gentes.

Este centenario también pretende iniciar un proceso para hacer del santuario de Cortes un centro de espiritualidad y de dinamización pastoral y cultural de la zona.

El año VIII Centenario quiere crear una fundación social como compromiso con la sociedad.

26 de agosto, 2021
Inicio del Año Jubilar Apertura de la Puerta Santa del Santuario de Cortes. Traslado de la Sagrada Imagen de Cortes a la parroquia de la Santísima Trinidad de Alcaraz.

1 de mayo 2022
Solemne Celebración VIII Centenario
aparecimiento imagen Virgen de Cortes.

8 de septiembre 2022
Clausura del Año Jubilar y del VIII Centenario.

Que en el Santuario «pueda percibirse como María reúne a su alrededor a sus hijos que peregrinan con mucho esfuerzo, para mirarla y dejarse mirar por ella, y aquí, encuentran la fuera de Dios para llevar los sufrimientos y cansancios de la vida». (EG. 286)

«En la cruz muere quien ha sido engendrado en el seno de la Virgen, pero Él, resucitado, va a vivir en el seno de la Iglesia, y cada fiel, acompañado de aquella que lo engendró, invocada aquí como Virgen de Cortes, lo ha de engendrar en su corazón mediante la escucha de la Palabra y la vivencia de la fraternidad». Papa Francisco.